De vertedero a parque de dunas

La celebración de los Juegos Olímpicos de 1992 permitió transformar la ciudad y recuperar su fachada marítima, muy degradada en aquellos tiempos. La zona que ahora ocupa el parque del Poblenou no es ninguna excepción: quien lo visite ahora por primera vez difícilmente se podrá creer que en el lugar que ocupan actualmente las dunas cubiertas de vegetación mediterránea, los caminos pavimentados de madera, tierra compactada u hormigón colorido, las pistas deportivas y los quioscos, se encontraba antiguamente uno de los espacios más abandonados de la ciudad. Colectores, espigones, vertederos y el parque de andenes de la estación de mercancías del Poblenou conformaban el viejo paisaje ahora remodelado e irreconocible.

Espacio de transición

El parque del Poblenou queda hundido entre la ronda del Litoral, el barrio residencial del Poblenou y la playa: funciona, así, como un espacio de transición entre el litoral y la trama urbana.